Todo Mejora es una fundación con más de 10 años de trayectoria en nuestro país, que se dedica a apoyar a las infancias y adolescencias diversas que viven experiencias de violencia basada en su orientación sexual, identidad o expresión de género.
La Fundación busca inspirar a la comunidad LGBTIQA+, entregándoles un mensaje de esperanza para que puedan visualizar un futuro donde todo mejora y así crear un Chile mejor para todos y todas.
Este año la psicóloga recién egresada de la UAI, Natali Ortega, comenzó a trabajar en Todo Mejora como coordinadora del Programa de Voluntariado. A diario se encarga de gestionar los distintos programas de voluntariado con los que cuenta la Fundación: corporativo, profesional, territorial y legislativo; además de formar a voluntarios/as de la Hora Segura, una línea de ayuda gratuita y confidencial, atendida por profesionales que entregan contención y orientación a niños/as y jóvenes LGBTIQA+ y sus entornos cercanos.
Natali proviene de Guayaquil, Ecuador y viajó a Chile a estudiar su carrera profesional porque le gustó mucho la malla curricular de Psicología en la UAI, principalmente por la opción de cursar un magíster en Psicología Social como mecanismo de titulación ya que, según señala, no es una posibilidad común en universidades de otros países de Latinoamérica.
¿Cómo llegaste a trabajar a Fundación Todo Mejora?
– Todo Mejora se ha posicionado como un referente en salud mental, diversidad sexual e infancia. En la Universidad, desde que tengo memoria, he escuchado sobre la Fundación. Los empecé a seguir en redes sociales e informarme sobre cómo abarcaban temas como la discriminación hacia niñas, niños, jóvenes y adolescentes. Entonces siempre estuvo presente en mi feed de Instagram hasta que vi que subieron una publicación anunciando que buscaban Coordinación de Voluntariado, que aludía mucho a mi perfil, entonces lo intenté y quedé.
¿Siempre te imaginaste trabajando en el área social?
– Desde que empecé a entender mejor la Psicología me imaginaba trabajando en el área social. Siempre me sentí atraída a generar intervenciones, diseñarlas o implementarlas para promover el bienestar de las distintas comunidades. En mi caso me interesa mucho promover el bienestar de quienes han sido históricamente vulnerados, como es el caso de la comunidad LGBTIQA+, que han sido violentados y discriminados por su orientación sexual o su expresión de género. Entonces siempre me imaginé trabajando en esto, sobre todo en el área de Diversidad e Inclusión.
¿Qué herramientas que te otorgó la Universidad te han servido para forjar tu camino profesional?
– De las herramientas que más destaco que me otorgó la Universidad para poder ejercer y forjar mi carrera, está definitivamente el desarrollo de un pensamiento crítico. Por ejemplo, con las clases de Core Curriculum que compartíamos con otras carreras y abrían el espacio a tener conversaciones y discusiones mucho más interdisciplinarias, saliendo de nuestra zona de confort de hablar siempre de psicología con psicólogos/as, y empezar a hablar de psicología con ingenieros/as, o del contexto actual de la economía con periodistas. Esto hizo que cada vez fuera más real el trabajo interdisciplinario y hoy en día lo veo aplicado en mi día a día.
¿Cuáles son tus sueños o metas a futuro?
– Mis sueños o metas a futuro tienen que ver con poder especializarme cada vez más en temáticas de Diversidad e Inclusión, ojalá llegar a ser una referente a estas temáticas relacionadas a la salud mental, y que cuando se hable sobre estos temas se tenga en cuenta la importancia de generar espacios seguros para las personas que han sido discriminadas o que sufren violencia diariamente por su orientación sexual, identidad de género o por cualquier otro factor como por ejemplo ser migrante, ser parte de un pueblo originario o de alguna raza en particular.
