¿Cómo me estoy nutriendo?

22 agosto, 2018 Tips de orientación

“Si experimentamos un problema en nuestro cuerpo o una perturbación en las emociones o en la mente, tenemos que identificar qué tipo de nutrientes nos han llevado a ese estado negativo, una vez identificado, podemos dejar de ingerirlos y curar las zonas problemáticas. ¿Qué tipo de datos sensoriales hemos recibido? ¿Qué intenciones nos impulsan y cuál es el estado de nuestra consciencia en ese momento y en tanto acumulación de experiencias en el curso de nuestra vida? Quizás hemos leído brillantes revistas llenas de anuncios de ropa o accesorios que no podemos permitirnos y no necesitamos, y esto nos ha angustiado y nos ha hecho sentir incompetentes. Quizás nos sentimos frustrados porque nuestros seres queridos no actúan como querríamos, lo que despierta nuestro enfado y resentimiento. Una vez identificado los nutrientes que nos resultan dañinos para nosotros y los demás, podemos trabajar para cambiar nuestras acciones y encontrar maneras más saludables de afrontar nuestros obstáculos”.

-Thich Nhat Hanh & Dra. Lilian Cheung, Saborear, Mindfulness para comer y vivir bien.

Reflexión

Todos necesitamos nutrirnos para mantenernos vivos y saludables, dependemos de los alimentos y de lo que nuestro entorno nos proporciona para poder vivir. Hoy más que nunca, con todas las alternativas que entrega la vida moderna se vuelve más necesario que nunca poder ser conscientes del modo que consumimos. Porque no todo lo que se ofrece busca proporcionarnos bienestar y salud, resulta relevante entonces que nos preguntemos ¿Cómo me estoy nutriendo?

Cuando hablamos de nutrientes, no sólo nos referimos al alimento y a las bebidas, sino también a las impresiones de nuestros sentidos: lo que vemos, oímos, saboreamos, olemos, tocamos, y también a cuáles son las conversaciones que tenemos y los pensamientos que de ellas emergen.

Hoy más que nunca resulta importante practicar un consumo consciente en sus distintas dimensiones, consumir aquello que necesitamos y que nos nutra, que nos brinde bienestar y salud, consumir lo que nos invite a cultivar la alegría y la comprensión de nosotros mismos, de los demás y del medio que nos cobija.

Vivimos en una sociedad que explícitamente promueve el consumo de productos y servicios, y no siempre con fines altruistas, no todo lo que está disponible busca proporcionarnos bienestar, libertad y salud, algunos productos y servicios francamente pueden resultar tóxicos.

Algunos alimentos que consumimos, algunas impresiones sensoriales y conversaciones pueden incrementar nuestro dolor, rabia, resentimiento y miedo, algunas impresiones promueven incrementar nuestros anhelos y deseos, guardando la falsa promesa que el consumo de tal o cual producto nos brindará el bienestar.

¿Cómo me está nutriendo este alimento? ¿Estas impresiones sensoriales me ayudan a conectarme con los demás? ¿Qué motivaciones están detrás de este anuncio? ¿Qué se está promoviendo que consuma? ¿Lo necesito? Este alimento o esta conversación ¿Incrementa mi sensación de bienestar y alegría? ¿Es ecológico?, ¿beneficia a mi entorno y a quienes me rodean? Son algunas preguntas que pueden abrir nuevas posibilidades.

Práctica

Esta semana puedes darte una oportunidad para observar el modo en que te estás nutriendo. ¿Es el alimento que estoy consumiendo saludable para mi cuerpo y mi mente?

No sólo puedes notar con qué te nutres, sino también puedes observar cómo lo estás haciendo: ¿Cuál es la emoción predominante al momento de consumir? ¿De qué forma estoy comiendo? ¿Qué emociones gatillan en mí ciertos programas de televisión que frecuento, sitios de internet, revistas, conversaciones?

¿Cuál es mi estado de consciencia al momento de consumir? Cuándo estoy consumiendo ¿Lo estoy haciendo en “piloto automático” o estoy consciente mientras lo estoy realizando?

Observar qué, cómo y para qué se consume es en sí mismo una práctica de consumo consciente.

Durante esta semana, dentro de tus posibilidades, detecta algún hábito de consumo que no te esté brindando el bienestar esperado, y busca verlo con la mayor claridad posible: ¿Qué busco conseguir con este hábito? ¿Habrá alguna forma alternativa, saludable de conseguir lo que busco con ese hábito? ¿Necesito hacerlo así? Observándolo, busca primero comprenderlo y si es posible, realiza un pequeño cambio, buscando alternativas que te brinden más bienestar a ti, a quienes te rodean y a nuestro medio ambiente.

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