Cada vez es más usual que las personas pretendan que las empresas contribuyan mediante donaciones a solucionar problemáticas importantes a nivel país.
Según un estudio elaborado por el Centro de Filantropía e Inversiones Sociales (CEFIS) de la Escuela de Gobierno UAI, el 66% de las personas consultadas opina que es deber de las empresas aportar en temas sociales mediante donaciones, mientras que 29% cree lo contrario (5% no sabe o no responde).
Magdalena Aninat, directora del Centro, afirma que hay una tendencia de la ciudadanía a ser cada vez más exigente con las empresas. Incluso, si se compara la percepción de la ciudadanía sobre este tema en 2015, el 60% de los encuestados señaló estar de acuerdo con que las donaciones en temas sociales son responsabilidad de la empresa.
Esto demuestra que «se mantiene esa exigencia a que las empresas sean responsables, que sean actores que ayuden al desarrollo social«, comentó.
La distribución de las donaciones
Cuando se les preguntó a los encuestados sobre el destino de las donaciones, las prioridades que mencionaron estuvieron focalizadas en salud y discapacidad con 56%, seguido por educación escolar y preescolar (39%) y superación de la pobreza (38%). Entre las que menos alusiones tuvieron estuvo medio ambiente y cultura ambas con 12%.
Este es el segundo año consecutivo en que la demanda social solicita centrar los aportes privados en salud y educación, sin embargo, estudios anteriores revelaron que los aportes que hacen los empresarios se concentran principalmente en educación y cultura.
Incentivos tributarios
Cuando una empresa realiza una donación a temas sociales tiene —por ley— beneficios tributarios, como por ejemplo un descuento en los impuestos que paga.
Al consultar sobre esto a la población, el 51% dijo estar de acuerdo con que las donaciones deberían ser reconocidas como gastos propios de la compañía y no tener beneficios especiales como descontar tributos. El 44% manifestó estar en desacuerdo con esto y un 3%, ni de acuerdo ni en desacuerdo.
Magdalena Aninat señala que uno de los desafíos que tiene el mundo empresarial es hacer «un aporte que sea significativo, y eso implica incorporar una estrategia de desarrollo de más largo plazo que buscar una rentabilidad de corto plazo asociada a las donaciones«.
El estudio consistió en encuestas telefónicas y encuestas en persona a hombres y mujeres mayores de 18 años residentes de las 73 comunas urbanas con más de 50 mil habitantes que representan el 70,9% del total del país.
Estudio completo, aquí.
Fuente: El Mercurio – 5 de noviembre.